18 Jul Pueblos blancos de Cádiz en autocaravana
Hacer una ruta por los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana te da una excusa perfecta para conocer algunos de los rincones más emblemáticos de toda Andalucía. Su insuperable belleza te conquistará desde el minuto uno!
Riscos infranqueables, reminiscencias árabes y ecos de los antiguos bandoleros se dan cita en la Sierra Gaditana. Todo ello, aderezado por la deslumbrante luminosidad de singulares pueblos encalados donde abundan las áreas AC.
Nos vamos a los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana
Los 19 municipios que salpican con su esplendorosa blancura los 250 km de la serranía gaditana conforman una experiencia turística insuperable. ¿Qué mejor forma de descubrirlos que hacer un viaje por los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana?
Ubrique
Nuestro viaje por la sierra de Cádiz comienza por el pueblo blanco de Ubrique. Aquí no podemos desaprovechar la oportunidad de comprar marroquinería artesanal: su industria más emblemática. Tampoco estaría nada mal probar las famosas coquinas (un plato típico de la provincia).
La visita a Ubrique te permitirá conocer la Ermita de San Antonio y el yacimiento arqueológico romano de Ocuri (a 1 km del pueblo). Cuando llegue el momento de pernoctar, solo tienes que acercarte al área AC municipal (cuenta con 10 plazas y está bien equipada).
Grazalema
Grazalema no puede faltar en ninguna ruta por los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana ya que es considerada por muchos como uno de los más bonitos. Su armoniosa arquitectura y la vegetación de sus alrededores (donde crece una rarísima conífera conocida como pinsapo) son sus principales señas de identidad.
La visita al Parque Natural Sierra de Grazalema cuenta con todo lo necesario para enamorar a los senderistas empedernidos. Tampoco puedes dejar de visitar la célebre iglesia de Nuestra Señora de la Aurora. La pernocta corre a cargo de este aparcamiento céntrico y gratuito.
Prado del Rey
La siguiente parada de nuestra visita a los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana es Prado del Rey. Esta antigua villa romana es capaz de deslumbrarte con su vetusta riqueza monumental. Algunos ejemplos de la misma son el yacimiento romano de Iptuci, la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen y el Pósito de Labradores.
El vino conocido como «Mosto Pajerete» y las chacinas caseras complacerán a los gourmets más exigentes. Por su parte, los amantes del senderismo se lo pasarán en grande recorriendo rutas como la de Las Salinas o la del Cerro Verdugo.
Arcos de la Frontera
Casitas encaladas, calles empedradas (y empinadas), casonas solariegas… Arcos de la Frontera condensa toda la esencia de los pueblos blancos gaditanos. Buena muestra de su gran valor turístico lo hallamos en iglesias como las de Santa María y San Pedro.
Tras visitar su castillo y asomarnos al mirador de la plaza Consistorial, llega el momento de probar sus especialidades gastronómicas: el conejo en salsa de almendras y la perdiz estofada. Para pasar la noche, no dudes en acudir al Parking Arcos.
Algodonales
En Algodonales, el aroma de los naranjos y el relajante rumor de sus 12 fuentes te acompañaran durante tu visita, haciéndola aún más inolvidable. Este municipio serrano llama la atención por sus numerosos yacimientos prehistóricos (como los de Cueva Santa y Cerro de la Botinera). También llama la atención la riqueza arquitectónica de la iglesia parroquial de Santa Ana.
Cuando llegue el momento de hacer noche, puedes aparcar tu furgo en el área AC de Algodonales. Es muy amplia (80 plazas), gratuita y cuenta con unas maravillosas vistas a la sierra de Líjar. ¿Qué más se puede pedir?
Zahara de la Sierra
Zahara de la Sierra tampoco puede faltar en una ruta por los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana. De su particular atractivo dan buena muestra los miradores del Camino Nazarí, el castillo del S. XIII y La Playita (una playa artificial ubicada a orillas del pantano Zahara – El Gastor).
El cocido con tagarninas y las sopas hervías figuran entre las especialidades culinarias zahareñas más famosas, siendo esta una excelente ocasión para degustarlas. Una buena opción para pasar la noche es estacionar en la explanada que hay enfrente de la Benemérita, ya que es un emplazamiento bastante llano y seguro.
Olvera: Imprescindible en un recorrido por los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana
Rodeada de olivares y frondosas colinas, la población de Olvera se alza sobre un escarpado risco de la Sierra Gaditana. Sus principales monumentos son la iglesia neoclásica de Nuestra Señora de la Encarnación y el castillo (es fácil encontrarlos debido a su gran altura).
Si quieres mimar tu paladar con la gastronomía olvereña, tienes una cita con el solomillo relleno y con los serranitos. Por su parte, una buen lugar para pasar la noche es el área AC municipal (de pago y con capacidad para 4 autocaravanas).
Setenil de las Bodegas
Nuestro viaje por los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana nos lleva ahora a Setenil de las Bodegas. Eso sí, sus angostas calles hacen muy recomendable aparcar tu furgo a las afueras (p.ej: en el parking La Chimenea).
Admirar las casas excavadas en rocas y caminar por su caótico callejero es la mejor forma de descubrir la mágica singularidad de este pueblecito medieval. Asimismo, hacer la ruta de los miradores o contemplar una panorámica de ensueño desde la Torre del Homenaje pondrá el broche de oro a tu visita.
Alcalá del Valle
El último destino que visitaremos será Alcalá del Valle. En este pueblo gaditano nos aguarda el conjunto megalítico de los Dólmenes del Tomillo y el palaciego Cortijo de la Cacería. El aparcamiento de autocaravanas se halla en la parte baja del municipio y estacionar en él no te costará nada.
A solo 3 km de Alcalá del Valle se encuentra el parque «Las Errizas»: un exuberante paraje natural de 15 ha. ¿Sabías que se trata de una de sus visitas más recomendables?
Estamos seguro de que, como buen entusiasta del caravaning que eres, sabrás aprovechar al máximo todas las posibilidades de este recorrido por los pueblos blancos de Cádiz en autocaravana. Contrata ya tu seguro de autocaravanas para poder descubrirlos con total tranquilidad.
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